En una ciudad de Holanda, hay un parque donde se colocaron en el año 2009 una instalación donde los paseantes pueden escuchar agradables sonidos de aves cantando. Sin embargo, alguien ha jugando con el programa que controla la instalación.
Desde hace unos días los placenteros cantos de las aves han sido reemplazados por gritos y gemidos de películas pornográficas. Aquí podéis ver el vídeo.